Ya sabes que nos encanta analizar esas cosas que decimos a nuestros hijos e hijas cada día. En ocasiones, no nos damos cuenta de los efectos negativos que podrían tener esas palabras en su desarrollo.
La frase que proponemos hoy es común utilizarla de cara a los hermanos mayores. Es muy común que papás y mamás con varios hijos o hijas, hagan sentir a ese que es mayor con la responsabilidad de hacer las cosas bien para que el menor aprenda.
Decir a un niño o niña que está siendo un mal ejemplo cuando hace algo que no es lo que esperábamos, también es coartar su desarrollo natural. Las personas, tanto adultos como niños, aprendemos de los errores y, no es justo para una persona tan joven costear con esa presión que supone hacerlo todo perfecto para que los demás puedan tomarle de ejemplo.