Como padres, es normal sentirnos presionados por hacerlo todo bien y a veces podemos decir cosas que sin querer afectan a nuestros hijos. Decirles este tipo de frases negativas puede generarles ansiedad y estrés y repercutirles en un futuro.
Por eso, en lugar de criticar, podemos cambiar esa frase por «lo estás haciendo lo mejor que puedes». Así, les mostramos que valoramos su esfuerzo y les damos confianza para seguir intentándolo.